El Autismo, o Trastorno del Espectro Autista (TEA), se refiere a un grupo de condiciones que causan dificultades en las habilidades sociales, los comportamientos repetitivos, el habla y la comunicación no verbal. En conjunto, el TEA se compone de las siguientes condiciones: trastorno autista, trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y síndrome de Asperger. El TEA es un diagnóstico común y, según el Centro para el Control de Enfermedades, actualmente afecta a 1 de cada 54 niños en los Estados Unidos.
Comúnmente, el Autismo se diagnostica entre los 2 y 3 años de edad y se basa en el comportamiento y desarrollo. Cada niño diagnosticado con autismo demuestra diferentes fortalezas y debilidades, sin embargo, los signos y síntomas más comunes incluyen:
- Retos en las habilidades sociales, emocionales y de comunicación
- Evitar el contacto visual
- Repetición constante de acciones
- Dificultad para adaptarse al cambio
- Fijación a determinados objetos
- Sensibilidad a la luz, el sonido y el tacto
El tratamiento para el TEA depende del niño, sus síntomas y sus retrasos en el desarrollo. Los niños pueden beneficiarse de todos los servicios de terapia o pueden necesitar más atención en un área que en otra.