De parte de tu terapeuta familiar del CRIT: Conciencia sobre la salud mental

Muchos adultos son parte de la “generación sándwich.” Están cuidando de sus padres mayores y de niños pequeños. El reto está en encontrar el balance de las responsabilidades que implica este cuidado y las actividades que pueden llevar a altos niveles de estrés y ansiedad.

Ser un cuidador, puede ser una experiencia muy gratificante, sin embargo, también puede ser abrumador y extenuante. Un estudio de 2020 del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), indicó que el 32.9% de los cuidadores que no reciben un sueldo mostraron síntomas de ansiedad, depresión o el uso de substancias en los 30 días previos al estudio. De las personas que respondieron y no son cuidadores, solo el 6.3% indicó tener una inquietud en cuanto a su salud mental. El estudio también señaló que el 30% de las personas que formaron parte de la encuesta, habían tenido ideas suicidas, esto es diez veces más que las personas que no son cuidadoras.

Es esencial que nos hagamos cargo de nuestra salud mental y emocional, tanto como lo hacemos de nuestra salud física. Como un cuidador, tu salud mental debe ser una prioridad. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para aliviar el estrés y disminuir los sentimientos de depresión o desesperanza.

  • Desarrolla una red de apoyo con tu familia, amigos y recursos que tu comunidad ofrece.
  • Haz tiempo para ti.
  • Empieza un pasatiempo.
  • Hazte chequeos médicos recurrentes.
  • Asegúrate de estar comiendo bien y de descansar.
  • Busca apoyo por parte de un especialista.

La salud mental es un problema serio en nuestra sociedad. Hablar sobre el suicidio o ideas suicidas no es un tema fácil. Sin embargo, si vez que una persona está aislada, dejando ir cosas importantes o haciendo comentarios como “me gustaría irme a dormir y no despertar” o “cuando yo ya no esté aquí, las cosas serán mejores”, acércate a ellos y pregúntales si están pensando en terminar su vida. Sé que es una pregunta difícil, pero vale la pena hacerla. Un gran recurso es la Línea Nacional de Crisis y Suicidio (National Suicide & Crisis Lifeline). Por favor, guarda este número, quizás alguien que conoces pueda necesitarlo un día.