La Parálisis Cerebral es un diagnóstico común en niños para un grupo de condiciones que afectan su desarrollo motriz y, es el resultado de un daño cerebral que ocurre antes o durante el nacimiento. Cada niño diagnosticado con parálisis cerebral presenta diferentes discapacidades. Algunos pueden caminar con un dispositivo de ayuda (como un andador o muletas) o con ayuda de un equipo de adaptación para completar sus actividades de la vida diaria de manera independiente. Otros pueden usar una silla de ruedas o requerir el uso de un dispositivo de comunicación aumentativa/alternativa (AAC).
Aproximadamente 1 de cada 123 niños recibe un diagnóstico de parálisis cerebral, de los cuales entre el 75% y 85% de los diagnosticados tienen «Parálisis Cerebral Espástica», lo que significa que algunos de sus principales grupos musculares tienden a estar tensos (como los pectorales o los isquiotibiales). Con el tiempo, esto puede resultar en dificultades para mantener la postura o para alcanzar diferentes posiciones. Puede afectar los músculos de la muñeca/mano, necesarios para el agarre funcional (afectando su capacidad para arreglarse, vestirse o comer), así como los músculos de la boca/garganta (afectando su capacidad para tragar o hablar). Otras clasificaciones de parálisis cerebral son la atetoide, atáxica y mixta. Con la ayuda de terapia física, ocupacional y de lenguaje, los niños con esta condición pueden ser empoderados para alcanzar su máximo potencial funcional, promoviendo su plena inclusión en sus escuelas y comunidades.
Para más información, visita https://www.cdc.gov/ncbddd/cp/features/cerebral-palsy-11-things.html