Los perros de servicio son entrenados para ofrecer compañía, consuelo, afecto y apoyos físicos a personas que lo necesitan. Estos animales dedican su vida a apoyar y acompañar a personas con discapacidad o con una condición física o mental.
Estos perros ofrecen dos tipos de servicio:
- Los perros de terapia. Que viven con su manejador, quien los lleva a donde se encuentran los y las usuarios y usuarias. En estos casos, los perros participan en actividades lúdicas o de rehabilitación.
- Los perros de asistencia. Que viven completamente con el usuario final o la persona que lo requiere.
Cómo es un perro de asistencia
Todas las habilidades aprendidas por los perros de asistencia les permiten convertirse en compañeros fundamentales y necesarios para quienes los adoptan como perros de servicio.
Cada perro de asistencia es entrenado para cumplir con labores específicas. Éstas dependen de cada persona. Por ejemplo: una persona con movilidad limitada podrá beneficiarse con un perro capaz de abrir cajones, señalar objetos con la nariz, llevar cosas, y prender y apagar la luz.
Existen diversos tipos de perros de asistencia entre los que destacan los siguientes:
- Perros guía: Apoyan a personas con discapacidad visual.
- Perros señal: Apoyan a personas con discapacidad auditiva.
- Perros de servicio: Apoyan a personas con autismo.
- Perros de alerta médica: Entrenados para apoyar, en caso de emergencia, a personas que tienen una condición médica.
- Perros de rehabilitación: Brindan acompañamiento y apoyo a personas con discapacidad o a personas que se encuentran en tratamiento médico.
El entrenamiento de un perro puede durar entre seis meses y dos años, dependiendo del grado de especialización que requiera el usuario final.