Estar de pie es una actividad importante que es de utilidad para personas de todas las edades, ya que sus beneficios van desde mejorar la densidad ósea, hasta ayudar con la expansión pulmonar. Estar de pie es beneficioso para todos los sistemas de nuestro cuerpo, ya que cuando se le brinda el apoyo adecuado, también mejora la participación de las personas en actividades de la vida diaria. Los soportes proporcionan el apoyo necesario para poder permanecer de pie durante largos períodos de tiempo. A continuación, encontrarás muchos de los beneficios que estos dispositivos ofrecen.
- Mejora la circulación y la respiración (es decir, la función cardíaca y pulmonar).
- Aumenta la densidad ósea lo que reduce el riesgo de osteoporosis o fracturas (es decir, huesos debilitados o rotos).
- Aumenta la carga de peso para mejorar el desarrollo de la articulación de la cadera y reducir el riesgo de desplazamiento o dislocación de la cadera.
- Promueve el uso adecuado de los músculos del cuerpo reduciendo las compensaciones y el riesgo de lesiones.
- Promueve la eficiencia muscular, lo que resulta en un menor uso de energía y una disminución de la fatiga muscular.
- Limita las tensiones que se ejercen sobre los huesos, ligamentos y articulaciones, reduciendo el riesgo de lesiones.
- Alivia los puntos de presión por pasar largos periodos de tiempo sentado, lo que mejora la integridad de la piel.
- Mejora y regula la digestión y la función de los intestinos/vejiga (es decir, la capacidad de ir al baño).
- Disminuye el riesgo de contracturas en las piernas, ya que estar de pie proporciona un estiramiento prolongado con una buena alineación.
- Mejora la participación en juegos apropiados para la edad, así como el contacto visual.