El síndrome de Sturge-Weber es un trastorno congénito que afecta el desarrollo de algunos vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, la piel y los ojos. Se caracteriza por la presencia de un hemangioma plano*, un aumento de la presión en el ojo y un compromiso neurológico (por ejemplo, angioma leptomeníngeo). Estos pueden ocasionar actividades convulsivas, así como episodios similares a un accidente cerebrovascular que ocasionan debilidad temporal en un lado del cuerpo, déficit de visión, dolores de cabeza por migraña y pérdida del conocimiento. La gravedad de los síntomas varía entre cada persona con el síndrome, y es posible que algunas no presenten los tres síntomas.
Un hemangioma plano es una mancha plana, lisa, de color rosa o rojo pálido y que aparece, sobre todo, en la nuca, los párpados y la frente.
Para atender estos síntomas, las personas con síndrome de Sturge-Weber pueden recibir un tratamiento con láser vascular específico (con una frecuencia de entre seis y ocho semanas) para disminuir el tamaño y aclarar el color del hemangioma plano. Además, pueden recibir medicamentos antiepilépticos para tratar la actividad convulsiva, así como medicamentos para tratar el glaucoma. Aunque no existe cura, los niños con síndrome de Sturge-Weber pueden beneficiarse de la terapia física y ocupacional para abordar los desequilibrios musculares observados en el lado afectado del cuerpo, para facilitar la participación en las actividades escolares y para promover su independencia funcional.
Para obtener más información, visite: https://medlineplus.gov/genetics/condition/sturge-weber-syndrome/