Las lluvias de abril, traen las flores de mayo. Recuerdo haber escuchado esta frase cuando era más joven. En una forma sencilla, quiere decir que cada acción tiene una reacción o consecuencia y, así sucede también en nuestra vida.
Nuestras acciones, pensamientos y emociones están conectados. Es un círculo de influencia. Piensa en esas veces en las que te has sentido feliz. Probablemente sonríes más, tu postura mejora, tienes pensamientos positivos y eres más optimista cuando te encuentras con alguna situación difícil en tu vida.
Algo similar sucede cuando te sientes triste o desanimado. Tus pensamientos tienden a ser negativos o pesimistas y te puedes repetir cosas como “mi vida es horrible”, “no soy bueno para nada”, etc. Nuestras acciones pueden ser un reflejo de falta de motivación, agotamiento, no tener ganas de levantarnos de la cama o estar aislados.
Cuando nos sentimos estresados o abrumados, pero tratamos de hacer una actividad que disfrutamos, tendemos a sentirnos mejor y más relajados. También podemos cambiar la forma en la que nos hablamos a nosotros mismos. En vez de pensar lo horribles que son las cosas, o lo terrible que nosotros somos, nos podemos decir “Puede que hoy esté teniendo un mal día, pero las cosas serán mejores mañana” o “estoy teniendo un mal momento, ¿cómo puedo aprender de el?.”
Conforme vives tu día, procura revisar cómo estas contigo. ¿Cómo te sientes?, ¿qué estás pensando?, ¿hay algo que podrías hacer para mejorar tu humor o la situación?. Quizás no tengas el control sobre lo que pasa durante el día, pero tienes el control sobre tus pensamientos, acciones y emociones. Tienes la habilidad de elegir tu visión sobre la situación que enfrentas y como respondes a ella.
Por favor recuerda que no tienes que caminar este camino solo. Si quieres agendar una cita, por favor ponte en contacto con el departamento de Atención al Paciente llamando al 210-257-6260. Las sesiones se pueden llevar a cabo de manera presencial o en telemedicina.