Queridas familias del CRIT,
Quiero compartir con ustedes una reflexión que todos necesitamos recordar de vez en cuando: Superar el error y aprender la lección que éste nos deja. A menudo, todos enfrentamos momentos en nuestras vidas que desearíamos poder cambiar, errores que nos pesan y decisiones que lamentamos. Sin embargo, poner demasiado énfasis en esos errores puede impedirnos avanzar y disfrutar plenamente del presente. Vivir en el pasado no solo nos roba la alegría del ahora, sino que también limita nuestra capacidad de prepararnos para el futuro.
Es importante recordar que nuestras propias percepciones y pensamientos son los que nos limitan. Solemos pensar en lo que deberíamos haber hecho o dicho, creando escenarios alternativos que no existen. La realidad es que no podemos cambiar el pasado, y recordar nuestros errores solo tiene sentido si aprendemos de ellos. Aunque no podemos controlar nuestro entorno o cómo las personas responden a nosotros o a una situación, sí tenemos el control sobre nuestra respuesta y nuestros pensamientos.
Cada situación difícil que enfrentamos es una oportunidad para aumentar nuestra resiliencia, afinar nuestras habilidades para tomar decisiones y aprender a valorar lo que tenemos. Reflexionar sobre los errores del pasado nos permite identificar qué nos ha ayudado a superar situaciones difíciles y qué lecciones podemos aprender para no repetir los mismos errores. Así que, tómense un momento para pensar: ¿Cómo pueden crecer a partir de esas experiencias? ¿Qué enseñanzas pueden llevarse para mejorar su futuro?
Recuerden que cada día es una nueva oportunidad para aprender del pasado y disfrutar del presente. Planifiquen y prepárense para el futuro, porque algún día ese futuro se convertirá en su presente. ¡Sigamos avanzando juntos, aprendiendo y creciendo en cada paso del camino!
Con mucho cariño,
Tu terapeuta familiar.